Visitar Monte Albán: Esta antigua ciudad zapoteca es uno de los sitios arqueológicos más impresionantes de México. Fue construida en una colina con vistas panorámicas del valle de Oaxaca y cuenta con numerosas estructuras y monumentos que datan de hace más de 2,500 años.
Recorrer el centro histórico: El centro histórico de Oaxaca es una joya colonial llena de edificios impresionantes, plazas encantadoras y hermosas iglesias. Algunos lugares para visitar incluyen la Catedral de Oaxaca, el Templo de Santo Domingo y el Jardín Etnobotánico.
Probar la comida local: La cocina oaxaqueña es una de las más ricas y diversas de México. Prueba algunos de sus platillos típicos como los tamales oaxaqueños, los chapulines (saltamontes) o el mole negro.
Explorar las artesanías: Oaxaca es conocida por su rica tradición artesanal. Hay muchos mercados y tiendas de artesanías en la ciudad donde puedes encontrar textiles, cerámica, alebrijes (figuras talladas y pintadas a mano), entre otros.
Tomar un tour del mezcal: Oaxaca es la cuna del mezcal, una bebida alcohólica destilada de la planta del agave. Hay muchas destilerías y fábricas de mezcal en la región que ofrecen visitas guiadas y degustaciones.
Visitar Hierve el Agua: Este impresionante sitio natural es una formación rocosa con cascadas y piscinas naturales de agua mineralizada. Es un lugar ideal para nadar, hacer senderismo y disfrutar de vistas espectaculares.
Participar en una fiesta tradicional: Oaxaca es conocida por sus festivales y celebraciones culturales. Algunos de los más famosos incluyen la Guelaguetza, la Noche de los Rábanos y la Feria del Mezcal.